Casas escalonadas siguiendo la pendiente del terreno. Grandes terrazas prolongación de la vivienda al aire libre, al sol, al horizonte y al mar. Las casas tienen la máxima superficie al aire libre, como corresponde a su situación privilegiada de soleamiento, vistas, naturaleza en estado puro y tranquilidad. Casas integradas en el paisaje, plegadas a él. Fachadas convertidas en jardineras, rebosantes de vegetación, con texturas y colores nacidos de la arena que obtenemos de las entrañas del lugar para construir la vivienda. Casas con doble orientación este-oeste, aprovechando el sol de saliente y de poniente y la ventilación cruzada.

Viviendas flexibles. Sus habitantes pueden elegir la orientación y las vistas de sus salones y dormitorios. Ninguna casa sin vistas, sin espacio, sin aire libre … Todo lo que toma y se deja del lugar: los materiales, la vegetación, el sol, las vistas … para que la construcción se funda y se integre en el paisaje.