“Grata la voz del agua a quien abrumaron negras arenas,
grato a la mano cóncava el mármol circular de la columna,
gratos los finos laberintos del agua entre los limoneros,
grata la música del zéjel,
grato el amor y grata la plegaria dirigida a un Dios que está solo,
grato el jazmín.”

Jorge Luis Borges, fragmento del poema «Alhambra» (1976)

Vivienda andaluza, en contacto permanente con la vegetación, en Sotogrande, donde el clima es propicio para una bella y frondosa vegetación. Casa abierta, con espacios diáfanos, de ladrillo blanco perenne, soporte de vegetación…

Vivienda para una familia compuesta por un matrimonio y tres hijas, con zona de servicio, para disfrutar todo el año, en especial durante el periodo estival.

La vivienda tiene forma de T con el lado largo protegiendo la vivienda de la orientación oeste. El lado corto es la pieza de estancia principal en planta baja, situada entre el patio de limoneros y el jardín principal. En planta alta solo se construye el lado corto abierto a las vistas y la orientación sur.

La entrada abre en planta baja a un gran espacio familiar donde conviven la cocina, el comedor, el salón, la zona de lectura y el espacio para el piano. El espacio de convivencia familiar es muy flexible y adaptable a diferentes escenarios a lo largo de los años.

Una zona de lavadero y tendedero, un dormitorio de servicio y un dormitorio polivalente completan esta zona que tiene su propia independencia mientras se conecta funcionalmente al resto de la casa.

La zona de las hijas vuelca al jardín principal, sin comprometer la privacidad que necesariamente deben tener los dormitorios y baños.