Con el ánimo de minimizar al máximo la sensación de altura, se establece un fuerte retranqueo de la edificación a nivel de planta segunda, dividiendo el edificio en una zona baja y otra alta, con casas adosadas de dos plantas en cada parte: las casas inferiores con grandes porches en contacto directo con la marina y las casas superiores con la gran terraza en su planta baja con impresionantes vistas sobre la marina.

La parte baja de la edificación tiene un tratamiento exterior de revoco pétreo similar en color a la viga cantil del contorno marino, apareciendo como un gran zócalo.

La zona alta, igualmente de dos alturas, está retranqueada 6 metros de la vertical del zócalo inferior de dos plantas, creando una gran terraza perimetral. El acabado exterior es de revoco blanco.

Se destina todo el semisótano a garaje, dotándolo de una ventilación natural óptima al estar a nivel de la cota de viga cantil.